Día del padre El importante rol paterno en el interior de las familias En un Día del Padre cruzado por la pandemia y la cuarentena, se detecta la evolución de su figura. De la época autoritaria a la amorosa.
Hace sólo un par de años atrás el rol del padre en la estructura familiar y en la vida de sus hijos ocupaba una postura de autoridad rígida y alejada un poco del afecto, las emociones y los cuidados. Se basaba más en la impartición de las leyes, la norma y hasta, a veces, el temor: “Ya le voy a decir a tu papá cuando venga de trabajar”, “Me vas a respetar porque soy tu padre”, “Este es mi techo y yo pongo las reglas”. De cara a un nuevo Día del Padre (muy particular, cruzado por la cuarentena), es (un poco) más común ver que los varones jóvenes jueguen más con los niños, desarrollen más empatía, disfruten del diálogo con sus hijos y estén más predispuestos a repartir equitativamente las tareas de cuidado con sus compañeras.
Incluso padres autoritarios pueden haberse convertido en abuelos amorosos. Si bien este cambio también se debe a su nueva posición, ya que la sociedad no espera lo mismo del rol del padre que del abuelo, es frecuente que en esta nueva posición, los varones busquen reparar las falencias que tuvieron como padres. Lo cierto es que la figura paternal y su rol en la familia ha evolucionado a lo largo del tiempo a partir de muchos cambios que se han dado en las personas, la sociedades, y las familias.
La evolución del rol paterno La responsabilidad de estos cambios puede atribuirse al feminismo y los estudios de género que a partir de los años 50 y 60 cuestionaron e interrogaron la figura del padre principalmente desde la búsqueda de igualdad y paridad.
Conceptos como que las dos partes de la relación deberían compartir la crianza y no dividirse un gran porcentaje a cargo de las mujeres y el resto a cargo de varones tienen también que ver con encontrar otros modelos de familia, sentidos, y significados, y la posibilidad de que todos tengamos mejores vínculos con nuestros padres.
“Podemos observar que hubo cambios en el modo en que los varones viven la paternidad siendo que en estos últimos años han buscado más cercanía con sus hijos. Este es un logro muy importante y que hay que celebrar, porque incluso desde las teorías psicológicas y psicoanalíticas más tradicionales se entendía a la figura del padre como una presencia no muy necesaria, ni de contacto físico afectuoso con sus hijos. Se reprodujo una y otra vez la idea de que el padre era importante sólo como proveedor económico o simbólico, pero no tanto como proveedor de afecto, cariño y cuidados”, expone la capacitadora en géneros, sexualidades y violencias, y cofundadora de la Red de Psicólogxs Feministas Antonella D’ Alessio.
El psiquiatra especialista en género Enrique Stola considera que hay dos factores principalmente responsables de esta evolución: por un lado la lucha de las mujeres feministas, que instaló una agenda que el movimiento de mujeres sostuvo, y por otro lado, la precarización de la vida, que llevó a que gran parte de los varones acepte que ya no puede cumplir con el mandato de ser proveedor económico.
“Ambos hechos, mujeres que reclaman y actúan en el espacio público, y la precariedad económica generaron la oportunidad de que muchos varones aprendan otra forma de relacionarse con su pareja e hijos. Los que aprendieron a generar espacios democráticos, afectivos, y respetuosos en sus hogares tienen una mejor calidad de vida, mientras que los que se manejan con los ya antiguos estereotipos la pasan muy mal”, resuelve el psiquiatra.
Para Enrique, la evolución de la figura del padre no es un proceso uniforme y por eso aún existen progenitores que abandonan, no pagan su cuota alimentaria, y son violentos. Razón por la que hay miles de niños sin nada que festejar este domingo.
Al profesional le parece notable que una gran cantidad de padres jóvenes valoricen la importancia del vínculo afectivo con sus hijos, y que existan también hijos adultos que disculpen cosas de la historia del vínculo filial, y reconozcan aspectos positivos de sus padres, hoy adultos mayores.
Lugar en la crianza de los hijos El licenciado en orientación familiar y fundador de Coaching Familiar José Luis Ciciaro considera que en este último tiempo estamos siendo personas más completas, flexibles, espontáneas, y menos estereotipadas. “Las parejas se relacionan con la cotidianidad de una manera más integrada y menos rígida. Las familias van en camino a ser más abiertas, espontáneas, creativas, inclusivas, y potenciadoras”, asegura y establece al menos tres estilos paternos:
El permisivo: todo afecto. El autoritario: todo norma. Y un estilo intermedio llamado “autoritativo” que para José Luis es el que más conviene porque combina el afecto y la buena comunicación con la enseñanza, las normas, y los límites. “Cuando la crianza es ejercida de esa manera hay más crecimiento de los hijos hacia la independencia y la propia identidad, y menos enojos y resentimiento. El padre autoritario y proveedor es una persona partida, limitada, y la vida familiar no tiene por qué limitar a una persona, sino más bien expandirla”, concluye José Luis.
Para Enrique, todavía son pocos los hogares heterosexuales con prácticas y co-gestión igualitaria del hogar: “Lo real es que predominan varones que ‘ayudan’ y mujeres que además de atender su trabajo fuera de la casa, también son garantía del funcionamiento del hogar. Esto significa para ellas una carga mental muy fuerte: dedican más horas de trabajo que los varones al cuidado de los integrantes del hogar, lo que significa privilegio masculino y lesión de derechos para ellas”.
Domingo, 21 de junio de 2020
|