Barrio San Antonio Oeste de Corrientes Capital Una tarjeta telefónica en la calle reveló la “casa del infierno” “Jamás en mis años de profesión investigué un caso tan siniestro”, dijo el abogado Hermindo González, al referirse al caso por el cual ayer se confirmó la condena contra Maximiliano Ayala y Vanesa Fernández conocidos como “el matrimonio diabólico del San Antonio Oeste”. Ayer, el STJ ratificó la condena de 40 años contra Maximiliano Ayala y Vanesa Fernández, por abuso sexual gravemente ultrajante, abuso sexual con acceso carnal, amenazas y corrupción de menores.
Vale recordar que el matrimonio llevaba a otros chicos mediante el hijo pequeño de ambos, prometiéndoles regalos, dulces, y juegos electrónicos, y ya en la casa abusaban de ellos y todo era filmado.
El abogado Hermindo González (quien patrocinó a las familias de las víctimas) contó detalles impactantes del expediente: “analizamos más de mil fotos y otros tantos videos. Las cosas que vimos fueron impactantes”, aseguró.
Jamás en mis años de profesión investigué un caso tan siniestro
Una tarjeta
El detalle de cómo se descubrió el macabro accionar de los depravados es casi insólito: “una vecina encontró en la calle una tarjeta telefónica. Al ponerla en su celular descubrió el material: había video de abusos y otras cosas deplorables”
“En uno de los videos aparecía la misma mujer que encontró la tarjeta. Ella nunca recordó lo vivido. Lo que sucede es que ésta gente también utilizaba bebidas adulteradas para dormir o obnubilar a la gente para llevarla al lugar”, aseveró González.
Invitación a bailes
González contó otro detalle escalofriante: “cuando ganaban su confianza éstos sujetos invitaban a la gente a bailes que había en un local cercano al parque Mitre, y allí les daban una bebida o algo para dormirlos”
“Así los llevaban hasta su casa donde cometían éstos aberrantes delitos”, agregó.
El caso
En 2016, Maximiliano Ayala y Vanesa Fernandez vivían en el barrio San Antonio Oeste junto a un hijo pequeño de ambos. En 2017 salió a la luz, casi por casualidad, que ambos se dedicaban a abusar de niñas y niños del barrio (y también de sus madres), hechos que registraban en fotos y videos.
Luego de la investigación, se pudo acreditar que la pareja abusó de al menos seis criaturas de entre 6 y 8 años. Sin embargo, se cree que las víctimas serían muchas más, ya que en el archivo de imágenes secuestrado a la pareja había niños y niñas que no pudieron ser identificados.
En la casa que habitaban, los acusados también tenían un taller donde hacían trabajos de talabartería y tallado de mates.
Jueves, 23 de julio de 2020
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