TRAS OFENSIVA MILITAR Armenia y Azerbaiyán negocian el futuro de la disputada Nagorno Karabaj Las conversaciones llegan luego de que las fuerzas locales armenias de Nagorno Karabaj aceptaran deponer las armas después de que Azerbaiyán lanzara esta semana una ofensiva relámpago contra ellas. Representantes de Nagorno Karabaj y del Gobierno azerbaiyano celebraron este jueves conversaciones sobre el futuro de esa región que Azerbaiyán afirma ahora controlar por completo tras una ofensiva militar lanzada esta semana contra armenios que la tuvieron bajo su dominio más de tres décadas.
Horas después de su comienzo, la agencia de noticias estatal de Azerbaiyán dijo que las conversaciones ya habían terminado, pero no dio detalles sobre si se había alcanzado algún acuerdo en torno a Nagorno Karabaj, una región montañosa que motivó dos guerras entre Armenia y Azerbaiyán desde la década de 1990.
Las autoridades de facto armenias de Nagorno Karabaj y la agencia de noticias azerbaiyana Azertac dijeron más temprano que el diálogo en la ciudad azerbaiyana de Yevlakh iba a centrarse en la "reintegración" a Azerbaiyán del territorio, que está dentro de sus límites y tiene una población mayoritariamente armenia.
Las conversaciones llegan luego de que las fuerzas locales armenias de Nagorno Karabaj aceptaran deponer las armas después de que Azerbaiyán lanzara esta semana una ofensiva relámpago contra ellas, que estaban cada vez más acorraladas desde que sufrieron una dura derrota en la última guerra por el territorio, en 2020.
Las autoridades armenias del Karabaj, que han mantenido el control de la región desde la primera guerra contra Azerbaiyán, en 1990, y fundado allí una república que no tiene reconocimiento internacional, dijeron que sus fuerzas de defensa locales se desarmarán y disolverán en virtud de una tregua mediada por Rusia.
El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, celebró la victoria en una mensaje a la nación en el que dijo que el Ejército del país había restablecido la plena soberanía sobre Nagorno Karabaj.
Ataques El martes, el Ejército de Azerbaiyán atacó con artillería y drones a las fuerzas armenias del Karabaj, que estaban debilitadas por un bloqueo azerbaiyano a esta región del Cáucaso Sur que la comunidad internacional, incluyendo a Argentina, considera parte de Azerbaiyán.
El defensor del pueblo de Nagorno Karabaj, Gegham Stepanyan, dijo que al menos 200 personas, incluyendo 10 civiles, murieron y 400 resultaron heridas en los enfrentamientos.
La ofensiva de Azerbaiyán generó temores a otra guerra a gran escala entre Azerbaiyán y Armenia, que apoyó a los armenios del Karabaj en los conflictos de 1994 y 2020.
Las hostilidades agravaron una situación humanitaria ya muy complicada para los residentes del enclave, que estuvieron meses con poca comida o medicina debido a que Azerbaiyán cerró la única ruta que lo conecta con Armenia.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó para este jueves a una reunión urgente por la ofensiva azerbaiyana, a pedido de Francia
El camino de la paz "no es fácil", pero "hay que tomarlo", dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, poco después de iniciarse las conversaciones, informó la agencia de noticias AFP.
Rusia tiene soldados de paz en este enclave montañoso, y su presidente, Vladimir Putin, indicó que el contingente militar ruso mediará en el proceso de paz.
Los armenios de Nagorno Karabaj acusaron a Azerbaiyán de violar el alto el fuego con disparos contra la capital regional, Stepanakert, lo que fue desmentido por el Ministerio de Defensa azerbaiyano como "completamente falso".
Putin habló por teléfono con Aliyev y le dijo que los derechos de los armenios del Karabaj debían ser respetados, informó la agencia de noticias rusa Tass.
Aliyev se disculpó ante Putin por la muerte de soldados del contingente ruso, ocurrida el miércoles.
Rusia dijo que algunos de sus soldados habían muerto, pero no dijo cuántos ni si fue antes o después del alto el fuego.
Pashinian, que enfrenta duras protestas desde la derrota en 2020 que se reflotaron esta semana, dijo en un discurso que los combates habían cesado con la tregua.
El premier, que ya había reconocido la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj, dijo que su país no se verá arrastrado a otra guerra.
Agregó que su Gobierno no participó de las negociaciones pero que ha "tomado nota" de la decisión de los armenios del enclave.
En Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Armenia, no obstante, calificó de "crimen contra la humanidad" la operación militar de Azerbaiyán.
"Armenia no ha dejado de informar a este Consejo de la inminencia de una limpieza étnica, que ya está en curso (...) No es una simple situación de conflicto, sino un crimen contra la humanidad que debe tratarse como tal", declaró el embajador armenio, Andranik Hovhannisyan.
Estados Unidos dijo que estaba "muy preocupado" por las acciones militares de Azerbaiyán y que el uso de la fuerza era "inaceptable".
El conflicto ha arrastrado desde siempre a las potencias regionales, sobre todo a Rusia y Turquía. Mientras que Rusia ha asumido un rol de mediador, Turquía apoya decididamente a su aliado Azerbaiyán.
Casi todos los armenios son cristianos, como los rusos, mientras que la inmensa mayoría de los azerbaiyanos son musulmanes, como los turcos.
Jueves, 21 de septiembre de 2023
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