San Luis del Palmar Un circo pide ayuda a los vecinos para poder subsistir En la localidad de San Luis Del Palmar, más de 40 personas del Circo Varekay se están quedando sin provisiones ni dinero. En cualquier pueblo la llegada del circo es un acontecimiento y el anuncio es tan visual como la aparición de la carpa como nueva integrante de la silueta de la ciudad. La historia contada a través de acrobacias, bailes en tierra y agua, monociclos y payasos narran lo que pasa en una isla misteriosa poblada por cada uno de sus integrantes, sus historias, sus realidades. Juntos, son una familia y un pequeño pueblo nómade que recorre el país, que visita cada lugar del extenso territorio argentino. No tienen un hogar fijo donde volver porque cuando finaliza la última función y la gran carpa escenario apaga sus luces; se prenden la de sus hogares: las casas rodantes donde los esperan sus parejas, sus hijos, sus amigos.
Hoy estas pequeñas ciudades y grandes familias están viviendo una situación desesperante. La mayoría de ellos quedaron varados en distintas provincias sin poder actuar como muchos otros artistas, y por ende, después de un mes de aislamiento social obligatorio debido a la pandemia de covid-19; también sin provisiones.
Es el caso de los integrantes del circo Varekay que viajaba rumbo a la capital correntina con el sueño de ofrecer un gran espectáculo, pero el anuncio presidencial -que establecía el 20 de marzo pasado-, el inicio de la cuarentena los tomó por sorpresa en la localidad de San Luis del Palmar. En ese momento no tuvieron más remedio que parar los motores de sus vehículos y se instalaron en Rivadavia y Posadas; el espacio que encontraron para resguardar sus vehículos y a ellos mismos.
Martín Dresdner dijo que son 40 personas las que conforman esta compañía que hoy no sólo no tienen trabajo sino que además, ya no tiene provisiones. “Es una situación alarmante porque nosotros vivimos de cada espectáculo que ofrecemos, somos muchas familias y hoy; después de un mes inactivos, nos estamos quedando sin alimentos. Apelamos a la solidaridad de la gente y de los gobiernos tanto municipal como provincial”, dijo a Norte de Corrientes.
Cuando se les pregunta por el hogar, a dónde quisieran volver dijo que en realidad ellos no tienen como el resto de los seres humanos una casa donde los espera la familia, los hijos, sus esposas. “Eso no sucede con nosotros. Todo lo que tenemos está en el circo. Somos una gran familia compuesta por pequeñas familias. Somos nómades. Ahora, si tuviéramos que elegir un lugar donde regresar sería un gran camping en Entre Ríos pero tampoco podemos”, dijo angustiado.
Hoy los miembros de esta gran familia que no tienen fecha fija de vuelta al trabajo-; están bregando por la solidaridad de las personas, instituciones y gobiernos para poder alimentarse. “Al menos solicitamos alimentos no perecederos porque somos 40 personas que tenemos que alimentarnos y la verdad es que estamos quedándonos sin sostén”.
Si bien Dresdner relata la situación que les toca atravesar a ellos en particular, no pude dejar de mencionar que son 70 compañías circulando por todo el país y todas están atravesando la misma problemática. “Con el agravante de que vamos a ser los últimos en reintegrarnos a nuestra vida laboral. Somos conscientes de que es poco alentadora la realidad que tenemos por delante”, comentó a este medio.
Situación similar a la del circo Varekay es la que atraviesan unos 80 artistas de la compañía Servian quienes quedaron varados en Río Cuarto. Hoy están vendiendo sus vehículos para poder subsistir.
Con un envase de lavandina sobre una flamante camioneta, otra botella plástica sobre la trompa de un camión; dan aviso de la dura realidad que atraviesan.
La famosa compañía, de más de 100 personas, está desde el 6 de marzo en Río Cuarto. Apenas pudo hacer un par de funciones junto a la ruta de circunvalación A005 antes de que se dictara la cuarentena por el covid-19.
Sólo un puñado de empleados pudo volver a sus ciudades de origen. El resto, unos 60 artistas y 20 integrantes de la familia circense de Jorge Yovanovich, están varados, sin poder trabajar y sin recursos. Cristian Servian confirma que ya se desprendieron de un vehículo, un Toyota Corolla, para comprar provisiones para alimentar a los empleados.
Para mantener sus mentes ocupadas, ambos responsables de las compañías; confirmaron que los artistas no dejan de ensayar, entrenan diariamente, pero aún se está muy lejos de saber cuándo podrán volver a brindarse espectáculos masivos, en medio de la pandemia.
Además; hay que destacar que si bien hace sólo 30 días están varados y sin poder trabajar, vienen de una situación dura de hace mucho tiempo, la crisis económica que vive el país hace varios años, los afectó no sólo en la disminución de venta de ticket sino también en la compra de los insumos para trabajar, muchos de los cuales son en dólares.
Viernes, 17 de abril de 2020
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